NOTA: Si ponéis la canción mientras leéis la entrada es todo mucho más épico.
Hoy era el día. Hoy se enfrentaban dos equipos con dos objetivos bien claros y bien distintos en mente: Unos queriendo defender su territorio en el comedor y otras buscando una fiesta con la que celebrar el fin de exámenes.
Finalmente se han cumplido los pronósticos: los Cuervos del Chami, hoy reconvertidos en equipo de baloncesto, han hecho buena su condición de favoritos en este duelo a cara de perro. Si bien el marcador podría indicar que la victoria ha sido clara y contundente, no ha sido esa la imagen que se ha visto en el campo, donde el partido, marcado por el frío y por supuesto por la deportividad de ambos conjuntos, no ha estado claramente decidido hasta el último cuarto.
Ahora bien, hay que destacar, en honor a la verdad, que los Cuervos no se han visto superados en el marcador en ningún momento y que han dominado el partido en su práctica totalidad, con excepción de algunos compases del segundo cuarto.
Desde el comienzo del partido, los veteranos han tomado ventaja en el marcador y en el liderazgo del partido, pero han tenido serios problemas para templar su juego y han acabado perdiendo rápidamente balones que podrían haber acabado dentro del aro si hubieran tenido más paciencia. Iban ganando, sí, pero el partido estaba completamente abierto.
El segundo cuarto empezaba como acababa el primero, con un dominio de los Cuervos que no les bastaba para imponerse con claridad. De hecho ha sido hacia el final de este periodo donde más apuros han pasado y donde más cerca han estado las Panthers de igualar la contienda.
Pero ha sido tras el descanso cuando se ha visto la mejor cara de los Cuervos, liderados heroicamente por los contraataques de un incontestable Diego de los Ojos que no solo han abierto una brecha en el electrónico insalvable para las de rosa, sino que también han dado alas a todo su equipo y permitido ver ataques más elaborados y preciosistas.
Pese a todo, únicamente seis puntos separaban a ambos conjuntos al inicio del último periodo. Los Cuervos se venían arriba y jugaban con una defensa con presión a campo completo, mientras las Panthers se encomendaban a la altura de Alex Sanchez para coger los rebotes e intentar el milagro. Pero a esas alturas ya era misión imposible.
Así pues, victoria no tan fácil del equipo que propuso este partido no tan amistoso y la mesa del comedor seguirá siendo suya. Ya veremos qué pasa con la fiesta en la «Sala Hércules».
NOTA: No, esta entrada no tiene nada que ver con el programa ni con la radio. Pero tranquilos, nadie la va a borrar.
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